Dedicado a Humpty Dumpty
Extremo límite en donde pones en juego tu vida.
Tus aires de grandeza te enceguecieron, no advirtiendo
el peligro de aquella desmesurada elevación.
¿Acaso crees que eres inmortal? Ni siquiera el mismísimo rey te podría salvar.
Tu cascarón frágil, pulido y terso, tu desmedida
sonrisa que esconde indicios de vanidad alimentada por tu extravagante
singularidad.
Te meces sobre ese estrecho muro sin medir las
consecuencias, delicado margen que dispone tu existencia.
Estrepitosa caída en todo el bosque se escuchó.
Vida , ser y muerte todos uno… en la misma orilla.
Macarena
Traversa