viernes, 6 de diciembre de 2013

En la mente de... (Taller literario)


Un alma que se separa forzosamente por  decisiones racionales.
Garabatos que dibujo con mis dedos en tu piel tratando de acariciar tu alma. Si tan sólo pudieras entender mis miedos, que me asfixian… es un camino sin retorno y me asusta no volver a ser la misma.
Perderme en tus besos, entregarme en la eternidad de tus brazos.
Buscarte en otros, sabiendo que jamás voy a poder encontrarte, conformarme con mundanos hábitos o simplemente elegir una vida de soledad.
Me pedís la luna cuando sólo te puedo ofrecer mi mundo que parece insuficiente.
Frágil y delicada me quiebro, apostando la posibilidad de un futuro encuentro en donde la vida decida elegirnos y unirnos al azar.


 Amor grabado en mi alma.
Hoy es mi cumpleaños número setenta. Me siento solo. No es ese tipo de soledad que se experimenta en este día en particular.
Ya hace tiempo que estoy así.
Durante muchos años viví rodeado de mujeres, aquellas esculturas del suspiro divino, porque todas en su esencia son así.
Es innato, pero según su contexto social se forjan, resultando, en algunos casos, personas astutas y mentirosas. Pero detrás de esta perversidad existe un gran dolor, porque las circunstancias de la vida por reacción o elección, las llevaron a actuar así.
Trabajé en un penal de mujeres y fui el obstetra del primer parto en la cárcel.

-¡ Ey Doc! ¡Usted si que es una carta salidora!-

No entendí en aquél momento el  significado de sus palabras, pero supe que en mí podía confiar, y ganarse ese título en la cárcel, no es tarea fácil…

-Viejo… Me voy a vivir a Australia.-  Lejanas navegan estas palabras en la infinidad de los recuerdos.
Mi hija en Neuquén, mi hijo del otro lado del océano.
Soledad que anhela, por un instante, contemplar, tan sólo una vez más… la suavidad de tu mirada.

                                     Macarena Traversa

domingo, 15 de septiembre de 2013

NUEVA PRESENTACION!!!


Intersección.
          Elección orientada a través de la inspiración.
                         Quietud instantánea que perdura en la extinción de un suspiro.
          Entrecruzamos nuestras almas en el punto divisorio de ambos destinos opuestos.
Perímetro endulzado por el azul del cielo vertiendo oleadas de brisa color jazmín.
 Cruce de carretera onírico que sabe a verano.
Suave... Dulce... Descanso.

martes, 9 de julio de 2013

Fui amplitud desmedida, parte de todo. Diversa y desigual me extendí en la infinidad del éter.
Sutil, eterna.
Me fundí en un abrazo omnipotente con la vida.
Todo y nada.
Límite corpóreo que envasas mi esencia en tus fronteras carnales.
Mundo de opuestos que despedazas con el sufrimiento las entrañas de mi alma y la renuevas con instantes de felicidad que reclamo como legítimos.
Verdad.
             Retorno.

                          Plenitud.

Macarena Traversa

martes, 2 de julio de 2013

Guillermina

El atardecer se anunció manso.
Cubriéndome el rostro con el cuello mao de mi abrigo de paño negro, despejando ideas, seguí con mi mirada a un montón de niños con guardapolvos blancos, friolentos, despeinados.
Mi vida está hecha de rutinas encadenadas colmadas de variantes, podría afirmar que ninguna jornada es igual a la otra y que el Universo, el cual trato de comprender, siempre me sorprende.
Anticipé que el orden de la naturaleza no era el mismo, simultáneamente me ví envuelta en un aroma inmutable de flores y encantamiento.
Mi calle, antigua y adoquinada, estaba distinta, los plátanos y liquidámbares se habían doblegado formando una especie de lúgubre túnel y a medida que me adentraba las enredaderas que cubrían los muros de las primeras casas, parecían arrastrarse como queriendome alcanzar.
En otro tiempo me hubiese dominado la curiosidad, pero ahora sólo le dí permiso al miedo y mi único reflejo fue correr.
Se escucha una música en el aire. De lejos una mujer pasea, cual fantasma deslucido. Alma de otro tiempo, habla sola como masticando el aire, quizá recordando años lejanos. Un haz lumínico que la rodea recorta un círculo en las tinieblas y la figura se abre paso entre la luz.
Simultáneamente algo roza mi brazo y siento su presencia a pocos centímetros de mi cara.
Doy un grito más de sorpresa que de susto y una serie de imágenes se apoderan de mi mente.
Sé que se trata de Guillermina de Oliveira Cézar, descendiente de Filiberto de Oliveira Cézar, fundador de las ramas argentina y oriental de este apellido, jefe de las tropas brasileras de San Pablo y Río Grande que llegaron durante la guerra del Paraguay, a la Banda Oriental donde se radicó.
Advierto la figura de un hombre, Eduardo Wilde, su marido, quién la trata como una especie de objeto de adoración. Y hay un segundo hombre de cincuenta años aproximadamente, su nombre Julio Argentino Roca.
Atracción fatal que explota con el vértigo propio de un hombre decidido y una mujer ardiente que no pone límites.
El romance continua con la esposa de su mejor amigo, irritante tolerancia del marido engañado.
Fue el Presidente quién asechado de comentarios, le da una salida elegante, confiando a su amigo y ministro una misión diplomática en Washington.
Tristeza y desolación. Alma agrietada.
Ardiente lumbre pasional extinta y eterna.
Atravesé el ánima y aún ofuscada, cruce el umbral de mi casa.


Macarena Traversa

domingo, 16 de junio de 2013


Inútil fue buscarte en distintos amores, como si aquello podría hacerme sentir completa, pero seguí explorando.
Indagué en mis sueños, escarbé en viejos recuerdos que sólo me empantanaban en melancolía.
Exploré distintas filosofías pero seguía sintiendo ese vacío que me colmaba.
Entonces, un día emprendí un viaje y me aparté de todo lo conocido naufragando en lo desconocido… casi podía verte, apenas alcanzaba a contemplar tu sombra, pero también resultó inútil ya que viajaba sin brújula que guiara mi camino.
Devastaba y con el ropaje de mi alma deteriorado seguí avanzando, apenas escuchaba, pero fue suficiente.
Instantes de regocijo, pesar, desconsuelo.
Tan sólo era necesario alterar mi táctica para alcanzar distintos resultados.
Dejé de buscar en lo externo y como una utópica manifestación te advertí.
Poder inconmensurable que dormitabas en mi interior, lumínica plenitud divina.
Inutilidad provechosa.
Veracidad revelada.


Macarena Traversa

domingo, 2 de junio de 2013

El hijo de.

Con su mirada añeja perdida en el azul del cielo, plasmaba su universo de palabras en la modesta libreta que llevaba siempre consigo. Sintió unos pasos. Cerró sus ojos. Recordó a su padre.

Aquél anciano era hijo de Karamchand, ministro y consejero del raja que poseía una fortuna que le permitía disfrutar de una buena posición entre las familias más notables del principado de Por-bandar, su patria.
El hijo de Karamchand, era el menor de tres hermanos, desde pequeño mostró notables actitudes para todas las tareas que exigiesen paciencia, prudencia y contradicción, estas cualidades debían ser sus armas más importantes, junto con su excepcional bondad natural.
Nació un 2 de Octubre de 1869 y a la edad de trece años Karamchand, su padre, y Putilabai, su madre, arreglaron su matrimonio con una niña de su misma edad.
Estudió leyes y predicó la política de no cooperación  y de resistencia pacífica;  promulgaba el desarrollo de la artesanía, sobretodo la textil, para solucionar la extrema pobreza producida por la explotación de las industrias británicas.
El hijo de Karamchand rehusaba las posesiones materiales, distinta a la realidad que le mostraba su padre y llevaba una vida ascética de ayuno y meditación.

El hijo de Karamchand  tenía 78 años. Aquél día, un 30 de Enero de 1948, vestía un mantón descolorido y un taparrabo. Junto a él, había  frutas y leche de cabra.
Aquellos pasos se detuvieron, giró en dirección a ellos,  sabiendo de que se trataba, enfrentó su destino. 
Sus ojos se encontraron con los de Naturam Godse, un fanático integrista indio, quién no titubeó en acabar con su vida en aquél instante.
El anciano se desplomó, desparramando su libreta y su vaso de leche sobre la superficie.
El gran sabio yace sin vida. El Mahatma. El Alma Grande.


Macarena Traversa

domingo, 26 de mayo de 2013

Inspirado en el poema, “Acaso la hiedra” de B. Vallejos.

Mientras se extendía, aún somnolienta, humedecía  sus hojas perennes de color verde oscuro con las primeras gotas de rocío y se adornaba con flores de color amarillo verdoso.
Entretanto esperaba a la sombra, que amorosamente la retenía, sostenía al muro.
El paredón,  erosionado, parecía indiferente a esta relación, se veía imposibilitado de expresar su pasión por aquella hiedra, quizá por su firmeza y frialdad.
Lo asaltaban los celos, cuando brotaban  los primeros rayos del día y la sombra impetuosa avanzaba sobre la hiedra, desvergonzada, haciéndola suya, ruin amante que atrevidamente le quitaba, lo que por derecho  parecía suyo.
-¡Canalla!- Pensaba el muro.
Transcurrían los días. 
Cuando las nubes cubrían el sol, la pena se adueñaba de la hiedra, la espera se hacía interminable.
Cansado de querer corresponder un amor que sabía nunca le pertenecería, con el agobio de los años entremezclados con su corpórea resistencia, se dejó extinguir, terminando así con la asfixiante agonía.
Cayó el muro y con él la hiedra, que sostenía su contar.


Macarena Traversa

lunes, 20 de mayo de 2013


Corren los años 60.
 Fuertes músicos de jazz como el trompetista Miles Davis y el saxofonista John Coltrane invaden con sentimiento los escenarios experimentando  las más variadas influencias musicales.
Y a mediados de esta década, cuando un grupo de músicos se reúnen para actuar en los festivales de Jazz de Buenos Aires al mejor estilo de “New Orleans”, surge la legendaria, carismática y ya mítica orquesta, “La Porteña Jazz Band”.
En un escenario ubicado en el microcentro de la ciudad, bajo los sofocantes y potentes reflectores suena en la atmósfera, “Feeling”, interpretado por la orquesta.
El humo como niebla abusadora se entremezclaba entre la muchedumbre.
 La mujeres  con vestidos de talle alto que destacaban las piernas  cubiertas por medias de colores y otras laminadas de encaje o caladas. Distintos atuendos con importantes recortes, algunas sobresalían por los brillos.
Sus ojos delineados bien resaltados, invitaban al deseo; sus extremidades cubiertas  con alhajas de estilo renacentista y peinados batidos eran parte del cuadro.
Los hombres algunos con trajes de prototipo italiano, otros con pantalones más estrechos, solapas empequeñecidas y cobartas.
Todo el gentío no pudo dejar pasar desapercibido aquella distinguida presencia, primordialmente las mujeres, cuyas miradas seductoras lo acompañaban al pasar.
Encendió un cigarrillo y la colilla pareció unirse a su labios. Su mirada cautivadora las enceguecía, su postura noble, su caballerosidad.
Siguió avanzando hasta conseguir un trago, la música seguía resonando, se apoyó sobre la barra, todas las miradas lo perseguían y él lo sabía, esto lo enaltecía aún más.
Meditativo y un poco exhausto dejó escapar un suspiro, anhelando poder encontrarla, ella ya había nacido, pero era demasiado pequeña, el destino aún se tomaría dieciséis años  para fusionar aquellas almas en un enlace perpetuo.  

Macarena Traversa

domingo, 5 de mayo de 2013


.

El silencio de la percepción de tu realidad, fue más que suficiente.
Huí de un destino para salvaguardarme de la insanía de tu alma.
Eterno sol que me envuelves en tus  brazos dorados.
Rencores sepultados bajo la tierra aún húmeda.
Metamorfósis retrasada por elecciones no acertadas en la infinidad de posibilidades.
Confuso es el momento en que deje de verte, de silenciar aquellas voces que al unísono pretendían engañarte, clavando en tu pequeño ser vulnerable y frágil , puñales de metálica crítica.
Frente aquel espejo, veo la realidad de los mundos encontrados y de verdades encadenadas por el temor.
Despierta, he regrasado.

Macarena Traversa

lunes, 29 de abril de 2013

Taller literario


Dedicado a Humpty Dumpty

Extremo límite en donde pones en juego tu vida.
Tus aires de grandeza te enceguecieron, no advirtiendo el peligro de aquella desmesurada elevación.
¿Acaso crees que eres  inmortal?  Ni siquiera el mismísimo rey te podría salvar.
Tu cascarón frágil, pulido y terso, tu desmedida sonrisa que esconde indicios de vanidad alimentada por tu extravagante singularidad.
Te meces sobre ese estrecho muro sin medir las consecuencias, delicado margen que dispone tu existencia.
Estrepitosa caída en todo el bosque se escuchó.
Vida , ser y muerte todos uno… en la misma orilla.
Macarena Traversa

domingo, 21 de abril de 2013


En tu telaraña mental tejes las distintas estrategias para la siguiente víctima.
Cauteloso y observador, estudias cada uno de sus movimientos, especialmente aquellos que distinguen su fragilidad.
Ojos alienados y simultáneamente, tu mirada tenue y sensitiva, intenciones que callas y lastiman.
Aprisionas sus labios, haciéndolos tuyos, de rojo vivo intenso, durabilidad eterna, sabor a fresa madura.
Perfume incesante a frutas rancias sobre la mesada. Moscas en un pedazo de manzana fermentada y gusanos que caen a través de la materia podrida y empiezan a mudar.
Una melodía inacabable y persistente te acosa desprendiendo destellantes recuerdos, aquella mujer, distante. Un pasado que se hace presente quitándote la respiración. En todas ellas ves su rostro y te ahogas en un sin fin de finales inciertos.
Dulce perfume frutal que apacigua tu alma.

Macarena Traversa

martes, 16 de abril de 2013

Vengo de ahi... de donde nace el arco iris.

Desnuda casi blanca, sutil pureza de un alma sin vivencias y exposiciones pero con la experiencia de vidas pasadas.
Vengo de ahí...
Donde no existe la dualidad, donde todo simplemente es.
Y cuando nace un arco iris, algo mágico se produce, como si se nos otorgara la posibilidad de renacer, de resurgir, de darle un nuevo comienzo a nuestra vida; porque su nacimiento tiñe el cielo de colores, como una enorme pincelada distinta y única para quien la observa.
Y la naturaleza toda lo advierte extasiada de fascinación, casi delirio.
Vengo de ahí... 
Y lista para aventurarme percibo un rayo de luz solar que busca refugio en mi pecho como queriendo atraversarlo, cálido, intenso. No hago más que tomarlo con mi dedo índice y pulgar y lo desplazo hacia un costado y continua con su recorrido precisamente hacia un grupo de coloridos pensamientos.
No vengo ni de la cigüeña, ni de un repollo.
Vengo de ahi... de donde nace el arco iris.

TRAILER. PRESENTACION DEL LIBRO AÑETEGUA. CAMINO A IWOKA LA TIERRA SIN MAL.


lunes, 8 de abril de 2013

Reflexión


-“ Ser uno mismo con todas sus consecuencias”- Reflexionaba en el peso y la trascendencia  de estas palabras, abstraída y casi ajena al taller literario del cual estaba participando.
El sonido eléctrico y casi irritante de los tubos de luz ubicados en la parte central del techo seguido por el golpe seco de una silla contra el suelo y la tiza áspera desplazándose por el pizarrón me devolvieron a esta realidad, al aquí y al ahora.
Procuro fijar mi atención pero por alguna razón, aquellas palabras siguen presentándose en mi pantalla mental. Y quizá se trate de eso. Existe la posibilidad, de que Dios nos haya creado para que aprendamos a ser espiritualmente nosotros mismos y nada más.
Así de simple y paradójicamente así de complejo.
Macarena Traversa

domingo, 7 de abril de 2013

 En este link podes encontrarme en facebook.https://www.facebook.com/Anetegua
Y en este podés ver el trailer del libro
 https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=CpKWf6eIRSE
Gracias!!!

Añetegua. Camino a Iwoka la tierra sin mal.


Este es mi primer libro de siete. Añetegua Camino a Iwoka la Tierra sin mal, una novela fantástica para niños a partir de 12 años repleto de mitologías y creencias guaraníes y plasmado de valiosas enseñanzas.

miércoles, 3 de abril de 2013


Se escucha una melodía, de esas que animan el alma y se escurre en cada partícula, inundándolo todo. Con movimientos envolventes, arrastra distintos colores, que al avanzar se mezclan y pintan el paisaje.
Suben y al caer lo hacen en forma de cascada, nadie queda exento a este fenómeno.
Aquieto mis pensamientos para percibir la divinidad de la música, que me atraviesa y se expande hacia el exterior, revelando mi mundo interno. Y esta expresión multicolor, se ve entremezclada con palabras, la mayoría de ellas están compuestas por luz, mientras que las otras se perciben un tanto oscuras.
Luz- Oscuridad, Seguridad- Miedo, Dolor-Alegría, Temor-Valor, se contrarrestan y se unen formando mi realidad, sostenida por una fuerza mayor, aquella que proviene del corazón, y es más poderosa que cualquier otra existente.